El cuidado del pene del bebé

El cuidado del pene del bebe

Todos los hombres poseemos uno (un pene) y poseemos muy claro cuáles son los cuidados que necesita, que no son bastantes más allá de mantenerlo limpio. No obstante, si nos preguntan sobre qué debemos llevar a cabo con el de nuestros hijos, o cuáles son los cuidados que debemos realizar, igual no lo poseemos tan claro.

Las mamás tienen las mismas inquietudes y, sinceramente, tengo la impresión de que a muchas no se les enseña qué tienen que llevar a cabo con el pene de sus niños recién nacidos, porque es muy recurrente que en la consulta, en algún momento, comenten algo de esta forma como "igual poseía que haber hecho algo, pero yo no lo he hecho y jamás se lo he tocado", en referencia al baño o al bajar la piel del prepucio y también "de eso no me preguntes, que se lo realiza el padre". Por si acaso alguna madre se lo pregunta, y por si acaso algún padre tiene inquietudes, vamos a comentar hoy del precaución del pene del niño recién nacido.

El prepucio de los niños recién nacidos está adherido al glande

Venga, comenzamos a lo directo, sin miramientos. La primera distingue entre el pene de un hombre adulto y el de un niño recién nacido es que los niños recién nacidos tienen el prepucio (la piel distal) adherido al glande, pegado. No es un error de la naturaleza, no es un fallo de formación ni nada parecido. Es la custodia del glande que viene de serie y que desde los 12 meses, y a lo largo de los primeros años, va desapareciendo (se va despegando).

Leer más:  Pañales Chelino

En el final del pene, más allá de que la piel está adherida, queda la abertura por la cual sale la orina. En condiciones normales la orina sale sin inconvenientes. Suponiendo que el orificio sea bastante reducido cabe la oportunidad de que el pipí se acumule un poco bajo la piel y salga un "chorro" bastante fino o que inclusive gotee. Esto es un inconveniente porque les acostumbra fastidiar y porque las posibilidades de que se produzcan infecciones de orina se disparan. Suponiendo que veáis algo de esta forma, se sugiere comentarlo con el médico.

¿Cómo le lavamos el pene?

El baño de los niños recién nacidos puede hacerse todos los días o puede hacerse cada más días, puesto que se ve que la piel de los niños recién nacidos está mejor cuando les bañamos menos. No obstante, la región del pañal es aconsejable limpiarla todos los días, como mínimo una vez con agua y jabón.

Ya que con el pene, lo mismo, agua y jabón. No es necesario utilizar gasas, ni algodón, ni antisépticos ni nada particular. Se le echa agua y jabón y listo.

¿Hay que echar hacia atrás la piel del prepucio?

A lo largo de el año uno, como he dicho, la piel está adherida al glande, por eso es muy complicado echar hacia atrás esa piel. Algunos pediatras, en su afán por arreglar esa fimosis natural antes de tiempo, sugieren a los padres que vayan forzando la piel todos los días a ir bajando, para remover las adherencias y solucionar la fimosis. Hay que inclusive se aventuran a solucionarlo ellos mismos en la consulta y dan un tirón a la piel ocasionando lesiones y mal.

Leer más:  20 síntomas de embarazo de las primeras semanas

Esta maniobra está desaconsejada por dos fundamentos muy evidentes: antes que nada, porque no posee sentido. El prepucio y el glande están adheridos y eso no es un inconveniente, es algo habitual. En segundo lugar, porque lo último que se sugiere llevar a cabo si lo que se quiere es que una piel sea elástica es herirla, porque las lesiones generan cicatrices y las cicatrices tienen siempre menos flexibilidad que la piel sana e intacta.

Por eso lo que hay que llevar a cabo, como bastante (porque tampoco es necesario), es un amago de bajar la piel. Sería algo de esta forma como echar un poco la piel hacia atrás para que logre tirarse un "chorrito de agua" ahí, pero no hasta el punto en que la piel dice "hasta aquí". No debe doler, no debe fastidiar, se hace despacio y despacio. Si el niño recién nacido hace una mueca de mal, nos pasamos, hay que llevar a cabo menos fuerza.

Esto se hace sencillamente por higiene. Mientras vaya creciendo y la piel se vaya separando del glande la abertura va a ser cada vez más grande y la piel cederá más de forma sencilla, logrando limpiar mejor la región. Pero ese instante ya va a llegar. Tienen que pasar meses o inclusive años. ¿Años? Es así, hay jovenes a los que se les soluciona a los 3-4 años, otros tienen ya 6 y otros tienen 8 o más años cuando sin obligación de operación no tienen ya fimosis (en muchas oportunidades se arregla con la aplicación de una crema de corticoides a lo largo de unos días).

Además, los expertos sugieren no operar hasta los 8 años, por eso paciencia, no hay prisa.

Leer más:  Consumo de cafeína y lactancia materna

Y esto es todo, amigos. No posee más secreto: higiene y no forzar. Ni más, ni menos.

¿Quieres seguir leyendo?

5/5 - (8 votos)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir