Andadores bebe

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¿Paseo para bebés sí o no?

Una de las preguntas que más se hacen a los pediatras últimamente es: ¿Paseo sí o no? Si, cuando éramos niños, el andador era uno de los objetos más conocidos y utilizados en la primera infancia, hoy casi ha caído en desuso, también por los recientes descubrimientos sobre su seguridad.

Andador, la opinión de las madres

El andador es una herramienta muy popular, sobre todo porque los padres pueden librarse de la carga del niño durante un tiempo y al propio niño, en general, le encanta. Sin embargo, esta creencia no es del todo correcta. Se ha demostrado, de hecho, que el andador causa más accidentes que todos los demás productos destinados a los niños. La mayoría de estos accidentes se producen cuando los niños se quedan solos en el andador sin que un adulto vea lo que están haciendo.

A partir de los 4-5 meses, los bebés tienen una gran necesidad de moverse. Necesita entrenar sus piernas y brazos para coordinar mejor los gestos, fortalecer sus músculos y prepararse gradualmente para dar sus primeros pasos. Pero, por desgracia, mamá y papá no siempre tienen tiempo para jugar con él y por eso muchas mamás optan por comprar un andador.

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Andador, la opinión de los expertos

Con el andador, el niño se da cuenta de que tiene habilidades antes impensables, que le permiten emprender experiencias antes inimaginables: la mayor facilidad de movimiento le permite realizar experiencias, maniobras o acciones arriesgadas. Puede recoger objetos que no podría alcanzar de otro modo o puede intentar bajar escaleras.

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Por estas y otras razones, la Academia Americana de Pediatría y otras organizaciones internacionales de salud y seguridad infantil recomiendan que los padres no utilicen un andador, siempre y cuando el bebé no pueda estar vigilado.

Algunos padres creen erróneamente que el uso de un andador puede facilitar el aprendizaje de los primeros pasos del bebé. Sin embargo, las investigaciones sugieren que moverse en un andador puede incluso retrasar el aprendizaje del equilibrio y la coordinación de los movimientos. Enganchado al andador, el niño tiende a empujarse, mientras que para caminar debe aprender a equilibrarse en posición de pie.

En cambio, el niño se ve forzado a adoptar una posición antinatural que ejerce demasiada presión sobre la cadera y le hace caminar "de puntillas" antes de haber alcanzado el equilibrio sobre sus pies.

El andador evita que el niño sufra algunas caídas y, por lo tanto, que desarrolle un correcto sentido del equilibrio y un poco de sana precaución, y no le permite mirarse las piernas y los pies.

Alternativas al andador

Precisamente para garantizar la máxima seguridad, los nuevos modelos de andadores son muy diferentes a los de hace unos años.

El andador moderno tiene un armazón de metal que forma una base ancha y sólida con un borde de plástico como parachoques, a veces reforzado con una banda de impacto. De seis a ocho ruedas giratorias están fijadas bajo el borde. El marco suele ser plegable en forma de acordeón con cierre de seguridad. El arnés es de plástico o de tela, sostenido por tubos metálicos. Una pequeña mesa o bandeja de plástico completa la estructura. Sirve como parachoques y como tablero de mesa.

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Actualmente, existen versiones en las que la base es fija, lo que permite al niño caminar sólo en la zona de apoyo. Aún así, otros andadores tienen la base de apoyo más ancha que la puerta media, por lo que al menos, los niños no pueden salir de una habitación, o no pueden llegar a una mesa, etc.

Las alternativas al andador que permiten al niño estar de pie incluyen:

  • Los primeros pasos de los tirantes;
  • El carrito andador en el que el bebé puede apoyarse y empujar para desplazarse al menos un poco.

¿A cuántos meses de edad se puede caminar con el bebé?

El andador está recomendado desde los seis meses de edad hasta los quince meses.

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Consejos de seguridad

Dado que los andadores se siguen vendiendo en España (a pesar de estar prohibidos en algunos países como Canadá, por ejemplo) es importante tener mucho cuidado si se quiere utilizar. Si ha decidido utilizarlo, es importante que siga las siguientes normas de seguridad:

  • Nunca deje al niño solo en el andador, ni siquiera por un momento.
  • Eliminar los peligros potenciales al alcance del niño (medicamentos, estufas, enchufes, escaleras, etc.)
  • Retire todos los obstáculos que puedan hacer que el andador vuelque.
  • No utilice el andador sobre una alfombra: el niño puede caerse al arrastrar las ruedas sobre una superficie irregular.
  • Asegúrese de que el andador tiene una base suficientemente amplia para ampliar el centro de gravedad del niño
  • No utilices un andador que se cierre con un mecanismo a presión: los dedos del niño pueden quedar atrapados en estos mecanismos, lo que puede causar lesiones graves.
  • El andador no debe volcar en ningún caso, ni en caso de impacto ni si el niño se inclina hacia delante.
  • Es preferible que la silla esté bien acolchada y que el niño pueda colocarse fácilmente en el arnés.
  • Todos los muelles y bisagras deben tener cubiertas protectoras adecuadas.
  • Las piezas de plástico y las pinturas utilizadas para cubrir las piezas metálicas deben ser atóxicas
  • La estructura debe ser fuerte para absorber los golpes pero también flexible para no romperse
  • Indispensable para una casa con escaleras, es que el andador tenga un sistema de seguridad capaz de
  • bloquearlo automáticamente cerca de un escalón: cuando las ruedas dejan de estar en contacto con una superficie, unos topes especiales bajan al suelo y detienen el andador
  • No levante ni transporte un andador con un niño dentro.
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Hoy día, el andador más seguro del mercado es este 👇👇

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Cómo se debe fabricar el andador

Existe una norma europea estandarizada para los andadores que establece los requisitos de seguridad: En ella se fijan los métodos de ensayo a los que deben someterse los productos para obtener la homologación: Las principales pruebas se refieren al vuelco, la estabilidad estática y dinámica y la robustez.

Su pediatra podrá aconsejarle mejor, por lo que esta información es de carácter general y no pretende sustituir sus recomendaciones.

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